Felicidad
Fui Feliz catorce dias , no seguidos
Abderraman III
Me aferro a la gente para sentir sus golpes ,querer es imposible, amar inevitable.
El reproche es la bandera en tierra de nadie, es la soga traicionera que da piel al delirio, y estoy cansado de querer lo imposible, de soñar que tarde o temprano a mi lado se arrodillará la sangre azul del héroe, que mis ojos formaran parte de una subasta barroca , y alguien me traicione hundiendo su daga infernal en mi costado recriminándome el cariño o las palabras falsas. ¿Porque no reprocharemos las palabras bonitas sino aquellas que nos incomodan?, y sintamos el mellado infierno de sentirnos solos, tan solos como la delicia entre la amargura, tan solos como el preterito mañana en la memoria del infernal recuerdo, solos, tan solos como unas manos sin caricia, y el reproche, el reproche no es sino la falsa mirada , el incinerado beso que ya no se puede dar.
Muero a golpes de grito herido y traslado a quien me oiga que me muero por dentro , que ya no aguanto más , que la vida es un sopor traicionero que elude el resplandor de su condena y me ata, me clava a diario en sus días, con sus horas espinas de la rosa del tiempo que siempre me hacen sangrar sin poder regalar a aquellos que quiero el adulador estar contigo, mientras por dentro un rio cargado de victorias sueña con ocupar el reino de la dicha.
Hoy pienso, mañana sueño y sigo sin encontrar una razon a tanta premeditación , una causa a la fiera alevosía que nos atraviesa esperando la muerte, esa vieja resabiada que nos deleita con el fin de los días del enemigo , pero volvemos a darnos cuenta que nosotros no estamos salvados si el enemigo desaparece.
En la opulencia empieza a nacer la tristeza.Esa falsa alegria de los primeros días de sentirnos diferentes da lugar a la concurrencia del decir ¿y ahora que? de nuevo una vez conseguido el sueño , nos lanzamos a la busqueda de otro , mas imposible que el anterior,y de nuevo sentimos la daga turca al cuello, explotar en nuestros corazones la bombas del despiadado Alá y una y otra vez nos contarán cuentos noche tras noche, cuentos sin acabar como los de Sherezade y soñaremos mil y una noches , mil y una victorias mil y unas ínsulas como Sancho y seremos felices cuando la felicidad sea la eterna victoria del ignorante que cree haber alcanzado la cima , y seremos felices pocos días, días inciertos pero felices y nunca seguidos.
Abderraman III
Me aferro a la gente para sentir sus golpes ,querer es imposible, amar inevitable.
El reproche es la bandera en tierra de nadie, es la soga traicionera que da piel al delirio, y estoy cansado de querer lo imposible, de soñar que tarde o temprano a mi lado se arrodillará la sangre azul del héroe, que mis ojos formaran parte de una subasta barroca , y alguien me traicione hundiendo su daga infernal en mi costado recriminándome el cariño o las palabras falsas. ¿Porque no reprocharemos las palabras bonitas sino aquellas que nos incomodan?, y sintamos el mellado infierno de sentirnos solos, tan solos como la delicia entre la amargura, tan solos como el preterito mañana en la memoria del infernal recuerdo, solos, tan solos como unas manos sin caricia, y el reproche, el reproche no es sino la falsa mirada , el incinerado beso que ya no se puede dar.
Muero a golpes de grito herido y traslado a quien me oiga que me muero por dentro , que ya no aguanto más , que la vida es un sopor traicionero que elude el resplandor de su condena y me ata, me clava a diario en sus días, con sus horas espinas de la rosa del tiempo que siempre me hacen sangrar sin poder regalar a aquellos que quiero el adulador estar contigo, mientras por dentro un rio cargado de victorias sueña con ocupar el reino de la dicha.
Hoy pienso, mañana sueño y sigo sin encontrar una razon a tanta premeditación , una causa a la fiera alevosía que nos atraviesa esperando la muerte, esa vieja resabiada que nos deleita con el fin de los días del enemigo , pero volvemos a darnos cuenta que nosotros no estamos salvados si el enemigo desaparece.
En la opulencia empieza a nacer la tristeza.Esa falsa alegria de los primeros días de sentirnos diferentes da lugar a la concurrencia del decir ¿y ahora que? de nuevo una vez conseguido el sueño , nos lanzamos a la busqueda de otro , mas imposible que el anterior,y de nuevo sentimos la daga turca al cuello, explotar en nuestros corazones la bombas del despiadado Alá y una y otra vez nos contarán cuentos noche tras noche, cuentos sin acabar como los de Sherezade y soñaremos mil y una noches , mil y una victorias mil y unas ínsulas como Sancho y seremos felices cuando la felicidad sea la eterna victoria del ignorante que cree haber alcanzado la cima , y seremos felices pocos días, días inciertos pero felices y nunca seguidos.
5 comentarios
lucesdesodoma -
Anónimo -
1placer -
Raquel -
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Gracias
Corazòn... -
Precioso!!!
Saludos.
;o)